El burnout afecta más a las mujeres trabajadoras por la doble carga laboral, advierte especialista

Las mujeres trabajadoras son más propensas a sufrir el síndrome de “burnout”, un agotamiento físico y mental derivado del estrés crónico. Este fenómeno se vincula no solo a las exigentes condiciones laborales que enfrentan, sino también a la carga extra de responsabilidades domésticas y maternas, según explicó la psicóloga Berenice de la Peña.

De la Peña subrayó la urgente necesidad de aplicar políticas laborales con perspectiva de género para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de las mujeres. “Las mujeres no solo cumplimos con la jornada laboral, sino que al llegar a casa enfrentamos una segunda o tercera jornada, en muchos casos no remunerada”, indicó la especialista. Esta sobrecarga de trabajo se traduce en un cansancio extremo que afecta tanto el bienestar como el desempeño de las trabajadoras.

Además, la psicóloga explicó que muchas mujeres trabajan más horas a la semana y tienen menos tiempo para descansar, lo que agrava el agotamiento mental. A esto se suman las expectativas sociales que recaen sobre ellas: “Lo socialmente establecido para la mujer implica que debe administrar el hogar, adelantar procesos y velar por el bienestar de la familia, lo que genera una presión extra”, señaló.

De la Peña también destacó que muchas trabajadoras, antes de comenzar su jornada, ya han dedicado tiempo a tareas domésticas como la preparación de alimentos o el cuidado del hogar, lo que aumenta sus niveles de estrés.

Este problema se ve intensificado en ambientes laborales donde las mujeres no reciben una remuneración justa o enfrentan brechas salariales respecto a sus compañeros hombres. “Cuando las mujeres son víctimas de violencia estructural o discriminación salarial, el estrés se multiplica, impactando gravemente su salud física y mental”, alertó.

Finalmente, la especialista hizo un llamado a los empleadores y a los responsables de políticas laborales para que implementen condiciones que reconozcan el esfuerzo de las mujeres y promuevan un entorno más equitativo. Según De la Peña, mejorar el bienestar de las trabajadoras es clave para lograr una sociedad más justa y saludable.