Exigen justicia por muerte en anexo clandestino de Ramos Arizpe

A dos años del fallecimiento de Misael Silva Alvarado en el interior de un centro de rehabilitación clandestino, inició el juicio penal contra cinco personas acusadas de homicidio. Familiares del joven de 29 años se presentaron en el arranque del proceso para exigir justicia y castigo ejemplar para los presuntos responsables.
“Fue una manera muy cruel de quitarle la vida a mi hijo. Pedimos la máxima pena”, declaró Carmen Julia Alvarado Martel, madre de la víctima, visiblemente conmovida al salir de la sala de audiencias. A su lado, Rebeca Silva Alvarado, hermana de Misael, señaló que este no es solo un caso individual, sino un reflejo de la violencia sistemática en estos lugares. “No solo fue mi hermano, también hubo otros internos maltratados. Esto no puede seguir ocurriendo”, afirmó.
La tragedia ocurrió en 2022 dentro del centro de rehabilitación conocido como El Rostro de Jesús, clausurado tras los hechos. De acuerdo con el acta de defunción, Misael murió por una tromboembolia pulmonar provocada por múltiples golpes. La familia asegura que fue víctima de tortura bajo el pretexto de “terapia correctiva”.
Entre los imputados se encuentra Alejandro Bragado García, señalado como director del anexo, así como otros sujetos identificados como “Lobato” (padre e hijo), “Anjaso” y un hombre apodado El Justiciero, quien presuntamente fungía como encargado de la disciplina en el lugar.
Los acusados enfrentan cargos por homicidio doloso y podrían recibir penas de hasta 50 años de prisión, según estimaciones legales. El juicio se prevé extenso, con al menos cuatro días de audiencias iniciales y la posibilidad de extenderse según las pruebas presentadas.
Durante el arranque del proceso, la familia Silva Alvarado expresó temor por su seguridad. “Sí tenemos miedo, pero no vamos a callar. Creemos en la justicia y confiamos en que las autoridades harán lo correcto”, sostuvo Rebeca Silva, quien también pidió apoyo al gobernador del estado para garantizar la integridad de las víctimas y testigos.
Además de su demanda de justicia, los familiares solicitaron una revisión exhaustiva de los centros de rehabilitación que operan en Coahuila. “El anexo donde murió Misael estaba fuera de la ley, pero sabemos que hay muchos más. Los padres confiamos nuestras esperanzas a estos lugares y lo que encontramos fue violencia”, denunciaron.
La familia aseguró que estará presente en cada audiencia, decidida a no abandonar la lucha hasta ver una sentencia firme. Para ellos, el caso de Misael no solo representa un reclamo personal, sino un llamado urgente a revisar un sistema que, bajo la apariencia de ayuda, oculta prácticas criminales.