Divorcios superan a matrimonios en Coahuila: ¿cambio de valores o evolución social?
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Coahuila enfrenta un cambio en sus dinámicas familiares: por segundo año consecutivo, el número de divorcios ha superado al de matrimonios en la entidad. De acuerdo con el Registro Civil Estatal, en el último año se registraron 1,070 divorcios, mientras que los matrimonios quedaron por debajo, con 986 enlaces.
Catalina Labastida Pérez, directora del Registro Civil, atribuyó esta tendencia a varios factores, entre ellos, la falta de compromiso en las nuevas generaciones y la creciente popularidad de las uniones libres. “La gente joven estamos un poquito escasos de valores o compromisos, pienso yo. Esto nos lleva a matrimonios a muy corta edad y, posteriormente, a divorcios al año, dos años después o tres”, comentó la funcionaria.
Según los datos oficiales, la edad promedio para casarse en Coahuila oscila entre los 20 y 24 años. Sin embargo, muchas de estas uniones terminan en un lapso de tres a cinco años, lo que sugiere que la madurez y la estabilidad emocional son factores determinantes en la duración del matrimonio.
Además, la directora del Registro Civil destacó que las parejas que optan por la unión libre pueden enfrentar dificultades legales en casos de separación, especialmente en lo que respecta a derechos como la pensión y la seguridad social.
Los costos también juegan un papel en la toma de decisiones. Contraer matrimonio en el Registro Civil tiene un costo aproximado de 2,000 pesos si la ceremonia se realiza en la oficialía, mientras que un divorcio administrativo puede costar hasta 4,000 pesos cuando no hay hijos de por medio. En los casos donde hay hijos, el trámite debe llevarse a cabo por la vía judicial, lo que lo vuelve más costoso y prolongado.
A pesar de que existen pláticas prematrimoniales para orientar a las parejas antes de casarse, Labastida Pérez reconoció que estas no siempre logran prevenir separaciones a futuro. “Creo que habría que retomar mucho el tema del compromiso de la juventud”, expresó.
En las zonas rurales, la unión libre sigue siendo la opción predominante, en contraste con el pasado, cuando el matrimonio era casi una norma social. “Antes se decía ‘se la robó, pero se casó’. Ahora es ‘se la robó, pero no se casó’”, comentó Labastida Pérez con humor, reflejando la transformación de las costumbres.
A pesar de esta tendencia, el Registro Civil continúa promoviendo la formalización de los matrimonios, resaltando la importancia de la estabilidad familiar en un contexto donde el divorcio se ha convertido en una alternativa cada vez más común en Coahuila.