La esperanza no se encierra: el llamado del obispo de Saltillo en el inicio de la Semana Santa

En un mensaje cargado de fe y cercanía, el obispo de Saltillo, Monseñor Hilario González, invitó a la comunidad católica a vivir esta Semana Santa no solo como un ritual litúrgico, sino como una experiencia profunda de esperanza, acompañamiento y sentido, especialmente en tiempos difíciles.

Durante la misa del Domingo de Ramos, el obispo subrayó que cada persona está llamada a caminar junto a Jesús, desde sus propias realidades, sean estas de dolor, incertidumbre o búsqueda espiritual. “Lo importante es no caminar solos”, expresó ante los fieles reunidos, destacando que la esperanza es posible cuando se pone la vida en manos de Cristo, incluso en medio de adversidades personales y sociales.

Uno de los aspectos más conmovedores de su mensaje fue dirigido a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad, especialmente las personas privadas de la libertad. Monseñor Hilario reconoció el valor de la fe dentro de los centros penitenciarios, donde se celebran misas, se imparten cursos bíblicos y se vive intensamente el espíritu de esta temporada. “A las personas internas les da alegría poder celebrar su fe, y eso les ayuda a mantenerse firmes”, compartió.

En línea con el mensaje del Papa Francisco, quien ha incluido a los presos dentro del Año Jubilar, el obispo recordó que ellos también pueden obtener indulgencias a través de la oración, la participación en actos religiosos y el ofrecimiento de su dolor como acto espiritual.

“Dios es nuestro Rey y el centro de nuestra vida”, afirmó, haciendo un llamado a construir entornos de paz, fe y convivencia, donde la esperanza no sea solo un deseo, sino una realidad compartida.

Monseñor Hilario cerró su reflexión con una invitación clara y profunda: “Aclamemos públicamente a Jesús, acompañémoslo en su pasión, para resucitar con Él. Vivamos esta Semana Santa con la certeza de que, incluso en medio del dolor, la esperanza siempre tiene la última palabra.”