Prende veladora a san juditas y se le quema su casa
Este relato de la señora María del Rosario es un testimonio conmovedor de cómo una simple acción de fe, como prender una vela a San Judas Tadeo, puede desencadenar una tragedia, aunque no esté directamente relacionada con la intención de quien lo hace. A través de su experiencia, nos deja una importante lección sobre la seguridad al manejar veladoras en el hogar, especialmente en esta temporada de festividades, cuando las casas suelen estar decoradas con altares y velas.
El hecho de que su hogar se haya incendiado debido a una vela mal colocada o sin medidas de seguridad refleja lo fácil que es que se generen accidentes domésticos, especialmente en zonas donde el uso de velas y otros elementos religiosos es común. La recomendación de acompañar las veladoras con un platito hondo de agua es un consejo práctico y necesario para prevenir siniestros. Es una forma sencilla pero eficaz de evitar que un pequeño accidente se convierta en una tragedia.
La señora María del Rosario también ofrece una ventana de esperanza, a pesar de las dificultades. A pesar de que su casa se quemó, su deseo es seguir adelante, reconstruir su vida y seguir vendiendo ropa usada y artículos de limpieza para subsistir. Este testimonio no solo pone en evidencia los riesgos de manejar veladoras sin precaución, sino también la fortaleza y determinación de una madre que lucha por darle a su hijo un hogar seguro.
La solidaridad de la comunidad será clave para que ella y su hijo puedan tener un techo donde vivir, dormir y comer nuevamente, recordándonos que la ayuda mutua y la prevención pueden marcar la diferencia en momentos de adversidad.