Transportistas Guadalupanos realizan emotiva peregrinación en honor a la Virgen de Guadalupe
Saltillo, Coahuila – Más de 50 transportistas de la región realizaron una colorida y emotiva peregrinación por el bulevar Isidro López Zertuche, en honor a la Virgen de Guadalupe. A bordo de sus unidades decoradas con flores, imágenes religiosas y luces, los conductores, acompañados de sus familias, recorrieron las calles con fervor y agradecimiento hacia la “Morenita del Tepeyac”.
El recorrido culminó en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, donde los transportistas se reunieron para dar gracias por un año más de trabajo y protección en sus caminos. En una atmósfera de fe y devoción, algunos participantes expresaron su confianza en la Virgen, a quien encomiendan diariamente su labor y la seguridad de sus seres queridos.
Tradición llena de fe y creatividad
Las unidades participantes, que incluyeron camiones, tractores, tráileres y vehículos de carga ligera, fueron adornadas con gran esmero, reflejando tanto la creatividad como la profunda devoción de los transportistas. Durante el trayecto, familias enteras se unieron al homenaje portando estandartes, entonando cánticos y rezando en comunidad.
“La fe en la Virgen nos une como transportistas y como familias. Este evento nos da fuerza y esperanza para seguir adelante”, comentó uno de los participantes al llegar al santuario.
Celebración en el santuario
El evento concluyó con una misa especial dedicada a la Virgen de Guadalupe, donde el sacerdote destacó en su homilía la importancia de la fe y la unidad familiar. Asimismo, invitó a los asistentes a continuar encomendándose a la Virgen en los momentos difíciles y a valorar el trabajo comunitario como un motor de esperanza.
La peregrinación se ha consolidado como una tradición anual para los transportistas guadalupanos, quienes ven en este acto una forma de agradecer y reafirmar su compromiso con la patrona de México. Este evento no solo celebra la devoción religiosa, sino que también fortalece los lazos de comunidad y representa un recordatorio de la importancia de la esperanza y la solidaridad en tiempos de desafío.
Así, entre luces, cánticos y un profundo sentimiento de agradecimiento, los transportistas cerraron una jornada que simboliza la unión y la fe que los guía en sus caminos diarios.
